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Las tasas de apertura, clics o conversión del mail marketing se están deteriorando a pasos agigantados. Las empresas necesitan nuevos canales para consolidar sus ventas
Más ya es menos. Y mucho más, un problema. Hubo un tiempo en el que el mail marketing parecía la tabla de salvación de las empresas. Un canal de posibilidades infinitas llamado a llevar a toda clase de compañías a la planta noble de los negocios digitales. Aquella promesa, hoy, se ha convertido en un cuento chino.
Las cifras reales del mail marketing se deterioran mes tras mes sin remisión. Algunos sectores resisten mejor que otros, pero fiar la estrategia comercial a este canal parece cada vez más una temeridad.
Los propios datos de Mailchimp resultan elocuentes. Las tasas de apertura, clics o conversión no han dejado de caer porque los usuarios tienen sus cuentas de correo cada vez más saturadas y los gestores de mail se están armando contra los envíos masivos del mail marketing.
Listas de dominios y servidores, filtros antispam cada vez más potentes… Los grandes gestores de correo no ocultan ya su deseo de contener los cientos de millones de correos que cada día aterrizan en sus centros de datos.
Ingentes volúmenes de información comercial que ocupan sus servidores a cambio en la mayoría de los casos de nada. Lo explican de forma muy gráfica desde uno de los grandes emailers del mercado internacional:
«Nosotros nos estamos armando contra el mail marketing. Y es obvio. No vamos a soportar el gasto mientras otros se llevan el dinero», advierte uno de los portavoces de la compañía a D5 Smart Solutions.
La batalla invisible contra el mail marketing
Es sin duda esta guerra larvada entre las plataformas de mail marketing y los gestores de correo la que explica la caída constante de los principales indicadores de las campañas.
Aunque nadie facilita cifras concretas, un trabajo de campo realizado por el equipo de D5 Smart Solutions arroja datos muy reveladores. La tasa de conversión de más de un millar de campañas de distintos sectores (tecnológico, bienes de consumo, servicios empresariales…) lanzadas en el último año arroja un modesto 0,8%.
Es decir, del más de un millón de correos lanzados a través de distintas plataformas de mail marketing en estas campañas, apenas 8.000 acabaron generando algún tipo de negocio para las empresas remitentes. O lo que es lo mismo, más de 992.000 correos acabaron durmiendo en el limbo de los justos o en las bandejas de miles de usuarios que pasaron olímpicamente de la propuesta comercial.
Los datos son poco halagüeños. Y no solo porque la tasa de conversión habla de unas expectativas en retroceso. También porque algunas compañías empiezan a ver cómo el abuso de envíos a través del mail marketing para tratar de mejorar las conversiones erosiona la marca.
Es significativo el caso de una popular marca de ropa española que hace hasta 5 y 6 envíos al día. Envíos a discreción, sin ninguna clase de filtro por detrás.
Las opiniones de antiguos miembros de su comunidad en plataformas como Trustpilot explicando que se dieron de baja de sus listas de mail marketing precisamente por este frenesí y criticando la acción comercial son un aviso a navegantes.
Las plataformas de mail marketing se revuelven
La reacción de algunas plataformas de mail marketing en los últimos tiempos son un indicador de que algo está pasando en el mundillo. Un gigante como Mailchimp anunciaba hace solo unos días a sus usuarios un cambio muy importante en su versión free.
En adelante, las empresas solo podrán tener una lista con 500 suscriptores. Lo que en la práctica está obligando ya a muchos usuarios a cambiarse a un plan de pago si no quieren renunciar a buena parte de su comunidad.
¿Guarda esta decisión alguna relación con el declive del mail marketing? ¿Es un intento por monetizar el trabajo al máximo antes de que las empresas pierdan definitivamente la fe en el canal?
Sin inteligencia no hay paraíso
Sea así o no, lo cierto es que las compañías empiezan a ser cada vez más conscientes de que es preciso hacer algo. Y las herramientas de business intelligence (BI) parecen la solución más razonable.
Los consumidores recelan cada vez más de las marcas que tratan a sus usuarios como un todo. Sin entender sus gustos ni necesidades. Enviarles propuestas comerciales que están a años luz de lo que de verdad les interesa es cada vez más un error crítico de estrategia.
Lo dice sin ambages el director de márketing de una gran compañía legal española: «Es mejor no impactar a alguien de tu comunidad que hacerlo con algo que sabes que no tiene nada que ver con sus gustos o necesidades. El riesgo de que te abandone es grande y crear una comunidad lleva mucho tiempo y cuesta mucho dinero. Para destruirla, en cambio, hace falta muy poco. Desde luego, la opción de bombardearlo constantemente es ya una temeridad».
En este escenario, contar con soluciones de business intelligence que estructuran datos resulta hoy imperativa para miles y miles de compañías.
ADA como motor de negocio
Herramientas como ADA, el software de ventas creado por D5 Smart Solutions, suponen un valioso motor de generación de negocio. No solo por su capacidad de transformar los datos de cualquier ERP, CRM o ecommerce y estructurarlos para que puedan ser explotados. Esto es, por su potencial para ir más allá del mail marketing.
También por su facilidad de uso. Al fin y al cabo, uno de los grandes problemas hoy del BI guarda relación con la complejidad de las herramientas: interfaces muy sofisticadas, exceso de filtros, falta de personal cualificado…
ADA soluciona todas estas carencias al crear una metodología de uso tan simple como intuitiva. Cualquier persona que sepa usar un ratón podrá usarla sin dificultades.
La variable que completa la ecuación es la capacidad de ADA de crear propuestas comerciales adaptadas a cada cliente. A cada producto o servicio en el que pueda estar interesado.
En definitiva, soluciones como ADA han aprendido de las lagunas del mail márketing para abrir un nuevo canal de ventas. Uno que trata a los clientes como lo que son: el bien más preciado de cualquier empresa.